Prevención y tratamiento de la plagiocefalia
La plagiocefalia es la deformación craneal que aparece en la cabeza del bebé durante las primeras semanas de vida. Es resultado de la fusión desigual de las suturas de los huesos del cráneo y se manifiesta como un aplanamiento en un lateral del mismo. Junto con la plagiocefalia se consideran también la braquicefalia (aplanamiento en el sentido antero-posterior del cráneo) y la escafocefalia (aplanamiento en el sentido bilateral). Se estima que la plagiocefalia afecta a uno de cada 2500 recién nacidos y suele estar acompañada por distonías musculares en el cuello (tortícolis) y por asimetrías en el cráneo y rostro. Es frecuente apreciar una desalineación entre las orejas o los ojos del bebé.
Las circunstancias más importantes por las que se cree que se puede desarrollar la plagiocefalia son un prolongado tiempo de posición de la cabeza del bebé en el canal pélvico, la deformidad producida durante el propio parto, tanto haya sido simple como complicado, el embarazo múltiple, o incluso causas posteriores al parto (plagiocefalia postural), asociándose actualmente con una estancia prolongada en decúbito supino, al notarse su incremento en los países en los que se recomienda acostar al bebé boca arriba como modo de prevención del síndrome de le muerte súbita del lactante (SMSL).
El tratamiento ortésico de la plagiocefalia en la actualidad consiste en el empleo de ortesis craneales (cascos) fabricados a medida para cada caso. Como norma general deben ser empleados antes de los siete meses de edad para unos efectos óptimos. La finalidad de estas ortesis es la de redirigir el crecimiento del cráneo a favor de la zona de aplanamiento, haciendo que adopte una forma simétrica. El empleo de la ortesis correctora de plagiocefalia, siempre prescrita por un médico especialista, debe comenzarse de manera progresiva hasta alcanzar el uso continuado durante 23 horas al día. De este modo, unido a un programa de revisión por parte del ortopeda, se alcanzan resultados óptimos en pocos meses de uso, haciéndose bastante excepcional tener que recurrir al empleo de una segunda ortesis debido al crecimiento del paciente.
Las ortesis correctoras de plagiocefalia se fabrican a medida en plástico y van recubiertas por su parte interna en material de almohadillado de unos 10 milímetros de espesor. Suelen estar abiertas por la parte superior para facilitar la transpiración y reproducen íntimamente la forma de la nuca para mantenerse en la posición correcta y ayudar a relajar la musculatura del cuello, tratando así la tortícolis habitualmente asociada a la plagiocefalia.